Sobre un sueño

que toda la vida es sueño
y los sueños, sueños son. 
Calderón de La Barca


Quiero hablar de un sueño, pero no de cualquier sueño, quiero hablar de un sueño mío muy reciente y muy vivo, muy importante para mí. No sé una mierda del psicoanálisis de los sueños, tampoco sé qué es lo que las personas racionales dicen sobre el soñar. Pero no necesito de todo ello para narrarles un sueño, ¿o sí? 

El sueño es éste: mi profesor de filosofía, que es alguien a quien admiro y quiero bastante, venía a mi casa, una casa que no era mi casa (era más amplia y luminosa) pero que yo identificaba como mi casa. Comíamos y hablábamos por horas. Pero yo invité a Gustavo, mi profesor, porque quería que me dijera qué fui en mi otra vida, y lo hizo; me dijo: fuiste un escarabajo negro. Lo primero que hice al despertar fue tomar el celular  para contarle a Gustavo que soñé con él. Unos días después me respondió y  le conté el sueño. Yo no le di mucha importancia al asunto; supuse que se debía a que por aquellos días estuve pensando en él. 

Pero la importancia no depende tanto de los juicios como de los hechos en sí mismos. Explico: resulta que en su último mensaje, Gustavo me preguntó por los detalles del sueño, en especial por el escarabajo, dijo que respondiera y que después me explicaría. Esperé unos días sin que mi profe me dijera más, estaba cada vez más intrigada por su reacción. Así que me fui al sagrado Oráculo de Google, y una de las primeras páginas que apareció es la siguiente:  http://www.institutoestudiosantiguoegipto.com/escarabajo_sagrado.htm 

Habla, a grandes rasgos, del escarabajo pelotero (que es de color negro): 

Al observar al escarabajo pelotero, ateuchus sacer, quien empujaba y hacía rodar una bola pequeña de estiércol dentro de una grieta apropiada, donde las hembras amasaban los fragmentos que se convertían en reservas alimenticias y en donde eran incubados sus huevecillos bajo su protección y calor, los egipcios creyeron ver el renacer de la vida (por el acto de empujar cada día al sol de levante, simbolizado por la bola de estiercol). El escarabajo fue divinizado debido a que el sol, relacionado con él, era la más importante de las deidades egipcias;  los sacerdotes se identificaron con aquello que representaba el escarabajo, pensando en convertirse a sí mismo en símbolos de vida y regeneración.


No pude evitar vincular el simbolismo del escarabajo pelotero con mi sueño. Sobre todo porque nunca había oído sobre tal significado, ni siquiera tenía claro cómo son los escarabajos peloteros. Sé que esto puede ser llamado 'casualidad' por cualquiera, y está bien. Pero sucede que yo no creo en las casualidades. Para mí, y mal-citando a Aristóteles, la casualidad y el azar son aquellos efectos cuyas causas se desconocen y/o no pueden ser comprendidas por los humanos. Pienso que  mi sueño tiene tras de sí algo más grande que yo,y eso me emociona, porque lo cierto es que nuestro positivismo de feria nos hace negar todo aquello que "la ciencia no puede probar"; una visión tediosa y reducida, si me lo preguntan. 








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