La UNAM y los ¿rechazados?

Uno de los temas en algunas redes sociales (ya saben cuales) el día de hoy son los llamados rechazados de la UNAM. Las opiniones son varias, pero hubo una de @dianarual que -por decirlo de buena forma- motivo esta entrada. La señorita Diana Laura dice: "No son rechazados de la UNAM, son los reprobados. Selección natural, así de simple". No sé que me sorprendió más: la indiferencia de esta persona ante quienes se quedarán sin poder estudiar o la forma pseudointelectual de explicarlo. Y no es que quiera atacar a alguien que no conozco, pero no puedo negar que actitudes como esa indignan. Entiendo que hay un número de aciertos necesarios para acceder a cierta carrera, entiendo que unos los obtienen y otros no; sin embargo, debemos tener presente que, al incrementar la demanda de lugares anualmente, el número de aciertos también aumenta.
Entonces, el problema es más grave que simplemente afirmar si alguien "estudio lo suficiente" o no. Viene de más atrás, de más arriba (como la lava que arrasa los campos) y quiere ir más adelante. Viene de atrás porque antes de juzgar la falta de conocimientos de una persona es necesario preguntar de dónde viene. Desde hace algún tiempo, los maestros de primarias y secundarías públicas tienen la obligación de pasar a los alumnos sin importar si su rendimiento lo permite o no. ¿Qué quiere decir esto? Sencillo: así lleguen a sexto de primaria sin saber leer, o a 3ero de secundaria sin saber dividir, los alumnos aprueban los cursos para que la SEP pueda jactarse de sus números falsos. Es, a todas luces, una educación mediocre. Después los jóvenes, que intentan seguir estudiando, hacen su examen para la preparatoria, ¿y qué sucede? ¡Oh sorpresa! La mayoría de los que vienen de escuela pública y no puede pagarse cursos de regularización de seis mil pesos reprueban. Y así seguimos: muchos que no pueden entrar a CCH, Prepa o Voca, van a preparatorias oficiales con planes de estudio mediocres o, si les va "mejor", a caras escuelas de paga que no tienen el nivel suficiente. De esta manera, el hecho de que  muchos no puedan aprobar un examen de ingreso no resulta tan sorprendente. Esto de ninguna manera es una casualidad. "Los de arriba" saben perfectamente que alguien sin educación es un obrero más, y eso es lo que quieren: gente que trabaje, que no piense, que no cuestione, que no se prepare para enfrentarlos.

Permitir esta situación o peor aún asumirla como simple "selección natural" entre inferiores y superiores -¿acaso Hitler no estaba muerto?- sólo demuestra que la ética y la preocupación por el otro están más que muertas. Universitarios en general y estudiantes de la UNAM en particular, les pregunto ¿alguna vez tomaron una clase de ética? ¿Les dijeron sus maestros que es mejor actuar a favor de los demás que criticarlos? No entiendo como es posible que un universitario puede expresarse con desdén y burla de un ser humano que tiene los mismos derechos de superarse por él. ¿Acaso el famoso "Por mi raza hablará el espíritu"  usa la palabra 'raza' sólo para referirse a los superiores que estudian en la UNAM?


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